Artículo escrito por Iván M. García, Director Ejecutivo de FUNDER en Ecuador, para el blog de CEF.
El Ecuador es un país rico, lleno de pobres.
Con casi 260.000 km2 de superficie y más de 16.000.000 de habitantes, el Ecuador es un país con una amplia variedad y abundancia de recursos naturales disponibles: miles de hectáreas de tierra dedicadas o disponibles para la actividad agropecuaria (es el primer país exportador de banano a nivel mundial), acceso al mar para la actividad pesquera, grandes reservas de petróleo y minerales para su explotación, y abundantes y variadas bellezas paisajísticas y artísticas para el turismo. A pesar de sus abundantes recursos, más de un 30% de la población de Ecuador vive por debajo del umbral de pobreza. Y en la áreas rurales y más remotas, estos indicadores son aún más dramáticos.
Frente a esta situación, la población ecuatoriana ha desarrollado diferentes estrategias de supervivencia. Después de la economía informal, que permite algún nivel de acumulación, viene la emigración. En los últimos 20 años han salido del país, con o sin papeles, cerca de 2.500.000 de personas. En Europa se calcula que hay casi 700.000 ecuatorianos. principalmente en España e Italia. Las remesas de los emigrantes en el año 2016 llegaron a 2.600 millones de dólares, siendo la tercera y hasta segunda fuente de ingresos para el país, después del petróleo.
Muchas personas se van en busca de una vida mejor. Otras se quedan. El Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP), una entidad sin fines de lucro fundada en 1970, pone sus esfuerzos y sus recursos a disposición de grupos campesinos, indígenas y afroecuatorianos que quieren mejorar sus condiciones de vida en el país. El FEPP está presente en 20 de las 22 provincias que forman el Ecuador y, con sus más de 500 técnicos y promotores, apoya a cerca de 140.000 familias rurales, agrupadas en 2.000 organizaciones de base.
Turismo Comunitario, más allá del turismo responsable
Ecuador es uno de los ocho países con mayor biodiversidad del mundo y el de mayor diversidad biológica de Sudamérica. La riqueza general de nuestro país en biodiversidad animal y vegetal, paisajes, cultura y arte, y su gran diversidad étnica y cultural son algunas de sus características más atractivas para un mercado turístico en crecimiento.
No obstante, el modelo turístico tradicional beneficia a las grandes y medianas operadoras que están consiguiendo especializarse en un nicho concreto del mercado: el del turismo alternativo y de experiencias.
Desde FEPP y FUNDER sabemos que más allá del alto potencial en términos de beneficios que tiene el nicho de turismo alternativo, este mercado nos brinda la oportunidad de promover un modelo de turismo alternativo responsable y comunitario, un modelo con la capacidad de crear riqueza en el sector rural, respetando los recursos medioambientales y el patrimonio cultural de las comunidades.
A través de una propuesta de desarrollo rural, dinámica e integral, centrada en la persona humana (hombre y mujer), considerada no de forma aislada, sino como parte de una familia y de una comunidad, o cualquier otra forma de organización colectiva, es posible promover un modelo de turismo responsable de base comunitaria.
Desde el Grupo Social FEPP, hemos tenido la oportunidad de trabajar con varias de las muchas organizaciones campesinas de zonas rurales con vocación turística que ya prestan servicios de asistencia, alimentación y hospedaje a turistas nacionales y extranjeros, utilizando sus casas o estructuras más grandes (hoteles ecológicos, refugios de montaña, cabañas, restaurantes y comedores, etc.), poniendo a disposición personas que sirvan como guías y a sus animales para el transporte de los turistas y su equipaje, construyendo pequeños museos arqueológicos, etnográficos, históricos, etc.

Proyecto de turismo comunitario en San Clemente de Imbabura, Ecuador.
Hemos apoyado iniciativas en varias zonas frágiles del país, como en Mindo, en el Parque Nacional Yasuní y en la Reserva de Protección Faunística Cuyabeno, en San Clemente-Imbabura, etc, desarrollando un intenso trabajo con comunidades de personas que están en proceso de mejorar su nivel de vida y la dignidad de sus familias, fortalecer sus organizaciones comunitarias, contribuir a la mejora del desarrollo socioeconómico de su región, acceder a oportunidades de empleo y garantizar la conservación ambiental de su entorno.
En nuestra experiencia, la promoción de un modelo de turismo comunitario y responsable, no requiere realizar grandes inversiones en infraestructura, sino adecuar las instalaciones que ya posee la comunidad para que sean atractivas a los visitantes y, sobre todo, cuidar el frágil ecosistema que rodea a estas comunidades.
Para llevar a cabo nuestra propuesta de desarrollo en torno al turismo comunitario, utilizamos varios mecanismos e instrumentos interrelacionados entre sí, que están vinculados a lo que identificamos como un concepto de desarrollo integral. Algunos de los procesos clave que forman parte de nuestras intervenciones son: el fomento de estructuras organizativas, financieras y productivas locales, el desarrollo de capacidades locales, el apoyo a procesos productivos complementarios e integrales, el fomento de mercados financieros rurales, la conservación y el manejo de los recursos naturales, la construcción de infraestructuras, la puesta en valor de la cultura y el saber local, y por supuesto el turismo comunitario responsable. Durante nuestra intervención, todos estos procesos están relacionados y desarrollados a la par, o poco a poco, sin descuidar ninguno de ellos.
Desde esta óptica ponemos en manos de las poblaciones indígenas, negras y de campesinos que buscan emprender propuestas de turismo comunitario, tres herramientas:
- Crédito a través de su Banco (Bancodesarrollo) para adecuación de los espacios que servirán para el turismo.
- La capacitación y formación profesional de guías turísticos, diseño de paquetes turísticos y la administración eficiente de todo el sistema de turismo comunitario vivencial, a través de la Fundación Educativa Mons. Cándido Rada FUNDER.
- La permanente asistencia técnica especializada en el desarrollo de la actividad turística, ofrecida por el personal del Grupo Social FEPP.
En estos momentos, estamos desarrollando una propuesta de formación para un proyecto de turismo comunitario en Sigchos, en colaboración con nuestro partner canadiense Community Evolution Foundation (CEF), organización internacional que financia y promueve proyectos de desarrollo económico comunitario en la zona y con quien tenemos un par de años de trayectoria compartida.
Desde FEPP, FUNDER y CEF sabemos que apoyar a personas del sector rural en estas iniciativas sostenibles significa proteger nuestras culturas y nuestros recursos naturales, mejorar la calidad de vida de las personas más pobres del Ecuador, para pasar de condiciones menos humanas a condiciones de vida más humanas.
Y estamos felices de poder seguir sumando experiencias de éxito en la promoción de modelos de desarrollo que no solo promueven prosperidad y dignidad para las comunidades más desfavorecidas del país, sino que además les proporcionan herramientas para construir un futuro en su país para los suyos.
Iván M. García
Director Ejecutivo de FUNDER